jueves, 6 de septiembre de 2007

LAS MUJERES ANTE LA RELIGION CATOLICA

Mujeres de diversas provincias están solicitando al Obispado de la Iglesia Católica que se les reconozca su condición de no pertenecientes a dicha institución dejando de contarlas estadísticamente entre sus fieles, tanto porque su ingreso en la misma se produjo sin su consentimiento expreso, como porque actualmente no quieren estar ni pertenecer a esta institución que discrimina de forma anticonstitucional y en contra de la declaración universal de los Derechos Humanos, aprobados por las Naciones Unidas, al cincuenta por ciento de la humanidad: las mujeres.

Consideramos que:

La Iglesia Católica mantiene, aun en el día de hoy y después de 2000 años, el dudoso privilegio de ser una organización que excluye de su estructura jerárquica a las mujeres Para la justificación de esta exclusión se basa en una supuesta tradición de hace milenios que considera que las mujeres no son personas en igualdad.

Considera que las mujeres no pueden tomar la palabra en los espacios públicos (homilías, actos oficiales, etc.), ni participar en los órganos jerárquicos donde se toman las decisiones (Vaticano, Colegio Cardenalicio, Obispados, Conferencias Episcopales, etc.) y donde se establecen las leyes y la doctrina moral, que son así fruto exclusivo de los hombres, pero que recaen y afectan profundamente a la vida de las mujeres en todos los ordenes: económico, social y personal. Sólo se valora a las mujeres y se las considera cuando cumplen las expectativas de sometimiento, servicio, sumisión y silencio. Solo se reconoce a la mujer en su faceta como madre procreadora y servicial, pero para aislarla en esta sublime función: "Sé madre y cállate".

La Iglesia Católica, cuya comunidad de fieles está compuesta mayoritariamente por mujeres, muestra su lado más misógino ya que no se las reconoce en la participación ni se respeta su capacidad intelectual y moral para tomar decisiones éticas serias y responsables en los diversos órdenes de su vida. Los criterios sobre las decisiones que afectan totalmente a la vida de las mujeres los establecen hombres, hombres de iglesia que además no han vivido jamás ninguna de estas situaciones (violencia, abusos, embarazos no deseados, violaciones…..).
Consideramos que la posición y la presión de la iglesia católica sobre el aborto, sobre el divorcio y sobre la utilización de métodos anticonceptivos han traído y traen mucho sufrimiento, mucho dolor, mucha pobreza y muerte a las mujeres en el mundo

El arzobispo primado de México, N. Rivera, en una homilía manifestaba: Aun cuando el embarazo sea resultado de una violación hemos de exigirle a la mujer que acepte los misteriosos designios de Dios. Sólo un hombre que no ha experimentado un hecho tan atroz como es la violación, puede concebir esta monstruosidad como un “designio de Dios”. Y si lo es, que se lo apliquen a él, pero que no lo imponga a las mujeres. O la Iglesia nicaragüense que amenazó con excomulgar a los padres de Rosa, la niña de 9 años violada que quedó embarazada y a la que finalmente se le practicó el aborto tras la movilización y denuncia pública internacional ante los intentos por parte de la Iglesia Católica de impedirlo.

Estadísticas sanitarias indican que el aborto es una de la primeras causas de mortalidad femenina en Latinoamérica. La causa de esta mortandad es la penalización del aborto, junto con las campañas eclesiales contra la educación sexual, contra la utilización de los anticonceptivos y el preservativo, estas posiciones no evitan los abortos, pero si aumentan su numero y su riesgo en función de la situación social y económica de la mujer.

Esta posición también es terrible cuando se refiere al SIDA. Según el último informe de la ONU sobre el Sida 2006, 38,6 millones de personas en todo el mundo estaban viviendo con el VIH a final de 2005; el pasado año se infectaron 4,1 millones de personas, y 2,8 millones perdieron la vida como consecuencia de esta enfermedad. La posición de la iglesia católica que rechaza el preservativo y propicia la abstinencia sexual o la pareja única como formas de evitar el contagio del VIH, conlleva la enfermedad y la muerte para muchas mujeres. Mujeres de gran parte del mundo no pueden decidir sobre estos aspectos: si tener relaciones sexuales o no, ni negarse a tenerlas, ni tener la mínima exigencia de responsabilidad sobre la vida sexual del otro.
Esta posición ha sido ratificada por la Iglesia española que mantiene inalterable su postura respecto del uso del preservativo y sostiene que su empleo es "contrario a la moral".
Consideramos que la religión es algo individual, por ello no debe tener cabida en las escuelas donde existe una pluralidad de pensamientos y creencias, debe ser un lugar de convivencia de la pluralidad de creencias sin destacar ninguna, Cada creencia religiosa ya tiene su espacio de enseñanza, aprendizaje y culto: iglesia católica, salón , madrazza, sinagoga…..
Asimismo consideramos que ninguna religión debe estar potenciada por el Estado, en sus múltiples divisiones: central, autonómico o local, ya que estamos en un Estado aconfesional como establece nuestra constitución.

En resumidas cuentas consideramos que la iglesia no reconoce capacidad moral e intelectual a las mujeres para tomar decisiones serias y responsables sobre sus vidas, no reconoce su igualdad y mantiene la supremacía del hombre no solo en la practica litúrgica, sino en la toma de decisiones sobre lo que esta bien y esta mal, lo que es correcto y lo que es incorrecto y sobre la vida de las mujeres.
Decisiones que están costando la salud, el bienestar psíquico y la vida a las mujeres, especialmente a las más empobrecidas.


COLECTIVO DE MUJERES POR UNA SOCIEDAD LAICA